sábado, 26 de abril de 2008

Desubicado

Esta es una entrada con premio, y es que es la entrada 35 según me dice el editor del blog, y ya se sabe de los números terminados en cinco... que tienen premio! (perdonad el chiste malo, pero el resfriado que tengo creo que ha enviado mucosidades a mis conexiones neuronales y no van como deberían...)

A lo que vamos: ¿Qué pinta un tío con maletín y jersey en un Sevilla a 35ºC? pues eso mismo me preguntaba yo ayer a las 3 de la tarde... y es que ese tío era yo, llevando el único jersey a la vista en todo Sevilla en una tarde de primavera más que calurosa y con mi viejo maletín de la mano. Para llegar a ese punto se dieron varias circunstancias que concluyeron en esa paradójica situación. En primer lugar tenía una reunión + comida de trabajo en la capital hispalense (eso explica que hacía yo en allí un viernes) y luego resulta que llevo arrastrando desde hace unos días un resfriado tela de gracioso, que ha provocado que casi pida la botella de oxígeno un par de veces desde la cabina de locución ¿verdad K.? ;-) Así que, con el cuerpo transtornao me planté en Sevilla, con mi jersey, mientras todos sudaban la gota gorda y yo estaba la mar de cómodo.

La reunión fue larga pero provechosa y, como colofón, la radio del coche se encargó de recordarme una magnífica canción durante el viaje de vuelta. Bueno, la canción y las piernas de la cantante! unas largas e interminables piernas, las mejores del panorama musical sin duda. ¿Y que tiene que ver ella con mi desubicación hispalense? pues que ella nació en Birmingham, Inglaterra, por lo que la asociaríamos a una chica rubia y de tez transparente, tipo Sophie Ellis-Bextor (otro día hablaremos de ella), como cabría esperar de una hija de la pérfida Albión, pero aparece ella con su piel de ébano y trastoca tus creencias. Te desubica.

Os dejo con ella, con Jamelia, y su Superstar.

Subid el volumen y disfrutadlo como yo lo hice ayer, y hago ahora.



Y para los puristas (que haberlos haylos) os propongo comparar esta canción con su original, la de Christine Milton.

Se admiten opiniones sobre la comparación.




A mí, particularmente, me sigue gustando más la versión de Jamelia.

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