lunes, 5 de julio de 2010

high school of hostelery...

dícese de la alta escuela de cocina en la que muchos camareros se han esforzado por aprender toda su actual sapiencia. Tiene la peculiaridad de no tener sede física o lugar temporal, es omnipresente y permanente.
Una de sus pocas, pero no por ello menos importantes, reglas es el considerar al cliente como un colega/pardillo/alelao, es decir, te tratan con displicencia, o con falta de respeto directamente.
Hemos sido testigos a lo largo de nuestra ya, poco a poco, extensa vida de ejemplos palmarios de dichas actitudes. Todavía se recuerda aquella camarera de un centro universitario que recogía los muslitos de pollo caídos sobre el mostrador con el dedo (que luego rechupeteaba), y los recogía dónde? en el mismo recipiente desde donde se servían los muslitos de pollo en cuestión... obvio! no se van a desperdiciar, si la barra la limpié antesdeayer!!!!
Otro ejemplo de dicha camarera (graduada summan cum laude en dicha high school) era asegurar que la leche de un café no estaba cortada... cuando se diferenciaban hasta las fases del líquido en cuestión!!!! Podemos nombrar a dicha individua como el máximo ejemplo de esta rama tan insigne de la hostelería...
Pero los seguidores de esta "secta" te los puedes encontrar en los lugares más insospechados: no ha mucho tiempo que, en un evento del tipo BBC, éramos servidos por una camarera que nos traía las bandejas con las viandas cuando, de repente, le surgió un problema... viandas que han de ser acompañadas por picos (ahí demuestra buen conocimiento de la teoría), y sin picos que las acompañen... he ahí donde surgió la praxis aprendida en la hig school en cuestión: se pilla un puñaíto con las manos, y se depositan, con gran delicadeza eso si, sobre las viandas en cuestión.
Hace mucho menos tiempo aun (vamos, que fue anoche) nos metimos a cenar en un afamado lugar de la población en la que estamos (que también dispone de su correspondiente rama de la high school en cuestión). Íbamos con un niño pequeño en su correspondiente carrito y, lógicamente, intentamos evitar que le dé aire acondicionado directamente, así que vamos buscando el mejor lugar donde alojar el carrito con el niño... de repente nos percatamos que lo hemos puesto bajo una salida de aire acondicionado, a lo que la integrante de la high school nos dice: aire? qué aire? si aquí no tenemos aire... cosa que negaba la evidencia (fuera se superaban los 30 grados, y dentro se respiraba un agradable, y fresco, ambiente...) Dicha dama fue consultada por nosotros por los platos típicos del lugar... a lo que contesta que lo típico es lo que ella tiene en la carta (obvio), a lo que le preguntamos por un tipo de plato que nos habían comentado, a lo que nos dijo que, claro, que también lo tenía... pero no en la famosa carta...
Inasequible al desaliento, nos iba contestando a cada cuestión sobre los platos con un "lo tienes en la carta, cariño" sin aclararnos las dudas... ¿para qué? Esto me retrotrae al comienzo del post, cuando digo que nos consideran a los clientes como colegas/pardillos/alelaos...
Lástima que uno fue educado en frente de los mejores colegios y no se dedica a mandar bien lejos... a aquel lugar que rima con "ajo" a todos estos miembros de la susodicha high school... así que nos queda el derecho al pataleo!