viernes, 10 de abril de 2009

el realismo imposible

Muchas veces el mayor problema que me encuentro cuando voy a realizar un post es el título. Muchas personas que escriben (me niego a igualarme a un escritor, no llegan tan alto mis pretensiones), ponen el título de su obra (o su texto) al final, como colofón al trabajo realizado, pero a mí me gusta ir al contrario (como en tantas y tantas cosas), y es lo primero que pongo.


Pero ese título ha de resumir, al menos para mí, el post, lo que viene a continuación. Y he ahí el trabajo, tanto mental como de investigación, para identificar en mi cabeza la idea que tengo con el resumen total que ha de ser el título del texto.

En el caso de hoy me era especialmente dificil, ya que quise copiar el término de realismo mágico, pero no corresponde. Sí en cuanto al realismo, no en cuanto a mágico.
Y es que soy una persona ante todo observadora, me gustan los pequeños detalles. No soy el rey de las cosas pequeñas, ya que no soy rey ni de mí mismo, y tienden a repatearme el hígado los autodenominados reyes de lo que sea. Simplemente me gusta observar, y analizar lo que veo, lo que el mundo ofrece a mis ojos.
Y vivo en un paraíso para ello, vivo en una ciudad que ofrece contrastes y paradojas que me hacen sentir un ser privilegiado para ejercitar esa característica que tengo de ser voyeur reflexivo.
Sin ir más lejos, ayer era Jueves Santo, una fecha en la que las calles se llenan de personas de toda ralea y condición. De devotos fieles de una imagen, cofradía, procesión, banda de música (sí, también los hay), o advocación religiosa... de personas que consideran la Semana Santa como una expresión cultural carente de contenido religioso (porque entonces no la verían, ya que se autoconsideran ateos, agnósticos o similares)... de turistas ajenos al hecho cultural y religioso, ateníendose a abrir los ojos y oidos como platos ante tal derroche visual y sonoro... y los hay simplente curiosos... entre los que probablemente esté yo. Yo soy un curioso del género voyeurista, ávido de imágenes para recordar... Y Cádiz es un sitio que ofreces cientos de imágenes dignas de ser recordadas:
- niños con cara de susto ante la avalancha visual y sonora, pero que no pueden apartar la vista de la procesión...
- adolescentes que miran extasiados la procesión, por su fe... o por el porro que se están fumando...
- más adolescentes, con cabello cuidadosamente arreglado para ser lo más horrible posible, para que quede a juego con una cara llena de piercings en los sitios más insospechados e inoportunos...
- grupos de adolescentes que confunden lugar, fecha y plano en el espacio... no puedo explicármelo de otro modo... ¿¿que hacían con un didgeridoo allí??
- yo, sintiéndome mayor observando la etología humana del lugar, cual investigador del comportamiento humano, abstrayéndome de la condición humana de los sujetos... ¿os habéis fijado que he mencionado ya 3 veces a los adolescentes, y con connotaciones negativas?... no me siento... soy mayor!!
- penitentes que se salen de la comitiva para fumar tranquilamente en una calle adyacente ¿también es acto de penitencia?
- decenas, cientos de ojos y oculares, todos siguiendo un punto, arrebatados por la música que te eleva, rodeado de disparos de flashes que rompen la noche.
- suelos que adquieren rugosidades y materiales de toda índole y procedencia... y, sí, también había cera de cirios procesionales en ellos...
- jóvenes ancianos que viven en cuerpos que no aparentan, ni por asomo, ser lo jóven que realmente son, pidendo fuego, tabaco, dinero...
- señora entrada en años y carnes a partes iguales, que decide que el mejor sitio para desprenderse de su sostén es la plaza de San Antonio ante unos ojos que pasaban por allí de vuelta a casa, y que no daban crédito a lo que veían... y que, sí, eran los míos...
y, de colofón, dos imágenes... dos maneras de expresar ese realismo imposible que es mi ciudad, porque es imposible encontrarte esas cosas en otro sitio... excepto aquí...

Véase la fecha... parece ser que alguien tenía dudas sobre como escribir 96 en números romanos... y una fecha muy cercana para entregar la lápida a tiempo!!!

Y es que algunas cabezas son vacías, están huecas, no tienen vida, ni nadie que las quiera...


como las de los maniquíes de saldo que vendía esta tienda...