lunes, 20 de octubre de 2008

Madrid

Por si alguien no lo sabe, Madrid es la mayor urbe de este país llamado España, donde se concentra bastante del poder político y económico. Para mí, habitante de una ciudad pequeña, Madrid me asusta y me atrae a pares iguales (quizás más de lo primero que de lo segundo). Las ciudades grandes contienen enormes masas de gente moviéndose, y eso me marea, no estoy acostumbrado a tales proporciones.
Recuerdo que eso me pasaba en Málaga cuando era pequeño e iba con mis padres al Corte Inglés. Había tanta gente que me mareaba... vamos, que no me van las multitudes!
Recuerdo que la primera vez (de las tres que he estado, sin contar escalas en Barajas) en Madrid fue la que más me gustó. No en vano era mi viaje de fin de curso en 8º de EGB... hace muchos... muchos años.
Los profesores nos dejaron pasear solos por la Plaza Mayor y alrededores... ir a cenar a una hamburguesería (Burguer King, aun lo recuerdo, especialmente el batido que me tomé allí...). Era la primera vez que hacía tantas cosas "por mi cuenta"! y acompañado de amigos...
Vi Madrid (lo poco que vi) con ojos de niño, asombrándome de las magnitudes de todo: de distancias, de edificios, de gentes en la calle...
Las siguientes veces (dos, para ser exactos) han sido mucho más tarde, hace relativamente poco (el año pasado y hace 4 años).
La de hace 4 años fue uno de esos viajes express que no te dejan ver nada del sitio al que vas: Salí de mi casa temprano para ir en coche a Sevilla y pillar uno de los primeros AVE de la mañana para salir hacia Madrid. Llegar a Atocha... y no saber ni por donde salir (vease que íba a trabajar, con un compañero de trabajo y cargados de equipo). Pillar un taxi que nos llevase a la sede de nuestro cliente (por Nuevos Ministerios). Hacer el trabajo en cuestión, y volvernos en uno de los últimos AVE de vuelta a Sevilla. Con un viaje de a la estación de lo más estresante, en un taxi de conductor suicida... Menos mal que en Atocha me esperaba mi amiga P., con la que pude tomar un cafelito con cierta tranquilidad allí mientras esperábamos para entrar en el tren.
En la segunda vez iba con algo más de tiempo, a una reunión que se celebraba relativamente temprano por la mañana, por lo que no era factible ir por la mañana a Madrid.
La reunión era por Carabanchel, pero el hotel estaba frente a Atocha, lo que nos permitía dejar el equipaje allí hasta recogerlo para irnos en el AVE, a pesar de que el hotel no era ninguna maravilla.
Vi algo más de Madrid, vi algo de Madrid por la noche, pero no me gustó mucho lo que vi... no sé si era el cansancio del viaje o que, pero no me sentí cómodo allí.
A la vuelta, de nuevo, quedé con P para tomar un café, y que me presentase al novio (un chaval muy agradable a todo esto)
Ahora surge, por algunas vías del todo dispares, el ir de nuevo a Madrid, en otro plan completamente diferente... a verlo, y disfrutar de Madrid y la compañía... iré?

Mientras se dilucida la cuestión os pongo la canción que sonaba en el coche cuando aparqué... otro de Cádiz-Cádiz que fue a Madrid...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Vendrás?

Alter Ego dijo...

dime cuando y donde... y ahí estaré

Anónimo dijo...

Estás loco... Me gusta.