La increíble mujer barbuda

Con un grito diciendo eso de "la increíble mujer barbuda" se anunciaba un espectáculo de feria allá por el siglo pasado. Dicho lo cual aparecía, bien tras unas rejas, bien tras un biombo una señora cuyo hirsutismo facial, ya fuese natural o artificial, provocaba el asombro del público asistente. La señora se limitaba a dejarse exponer para que simplemente la vieran con su barba, o incluso permitía que algún osado (u osada, que de todo hay en la viña del señor) procediera a tirarle de esos pelos para probar que eran naturales, o que el loctite usado hacía su efecto en condiciones. Ese número estaba junto al de los enanos que se daban de mamporros o las niñas siamesas.

Recientemente hemos podido todos ver como una persona, que en principio fue mujer y luego transexual pasando a ser hombre, ha quedado embarazada. Parece ser que ha conservado sus órganos sexuales internos y por eso ha podido quedarse en estado de buena esperanza. Yo tengo, desde mi propia ignorancia, varias cuestiones que me planteo. La primera y principal es, ¿y por donde va a salir el bebé cuando nazca?. Yo, modestamente, he pasado por varios procesos de litiasis renal y, la verdad, si expulsar una simple piedra (eso sí, con sus bordes perfectamente afilados... ay!) es toda una odisea para que pase por el sitio que todos os pensais, no sé que será el dar a luz un bebé... Luego, más seriamente me planteo porqué esa pareja no ha pensado en adoptar, ya que se supone que ella ha quedado estéril. Con la adopción seguirían siendo en apariencia una familia "normal", sin esa atención mediática de la que ahora reniega, y daría hogar a un niño que carece de él. En cambio ha querido convertirse en la mujer barbuda de nuestro tiempo, en un especímen raro y extraño que atraiga la atención mundial sobre si mismo. Solo le faltaría unirse a las gemelas siamesas y la mujer barbuda para convertirse en el mayor espectáculo del mundo.

Y, a todo esto, se les ha ocurrido a esos padres que será de su hijo en el futuro???

En fin, hay cosas que la razón no entiende...