Hoy había quedado con mi amiga A. (aka R.) para tomar algo por ahí, pero como la niña me salió juerguista, y yo tengo un corazón que no me cabe en la caja torácica, le dije que lo dejásemos para otro día. Que le hacía falta dormir.
Una vez desaparecido el plan para la tarde-noche decidí dar un paseo para estirar las piernas, y así aprovechar y sacar algunas foticos nuevas (mmm... foticos... será porque anoche vi Muchachada?)
Y me encontré con el diverso pelaje de personajes que te puedes encontrar en esta pequeña, pero curiosa, ciudad.
- decenas de personas viendo y fotografiando el atardecer en la caleta.
- un mochilero esquivo a la ducha, pero afín al atardecer sobre el castillo de San Sebastián.
- parejas de todo sexo, edad y condición fotografiándose juntos con el atardecer o la luna llena de fondo.
- dos parejas de chavalines, y la chica de una de ellas, ciertamente más "robusta" que el chico, agarrándo a éste del cuello y diciéndole que como se moviese se lo rompía...
- dos cicloturistas orientales intentando entenderse con unas cuantas Maris autóctonas. Yo también estaba liado, porque mientras una le decía que Chiclana era un pueblo de Cádiz (bien fuerte... para que le entendiera), la otra le señalaba Capuchinos... justo en dirección opuesta!
- un verdadero y genuíno tartaja, de conversación imposible de descifrar....
- y, lo mejor de todo, un loco que le aulla a la luna llena desde su terraza!
quién dijo que pasear al anochecer era aburrido???
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