sábado, 3 de enero de 2009

meditaciones y paseos nocturnos









A veces me sorprendo a mí mismo de noche avanzada respirando la humedad nocturna (sobre todo si está lloviendo...) y disfrutando de cosas pequeñas.

Te encuentras en un estado de espíritu especial, siendo el dueño de la calle, que es tuya... tuya y de los coches que pasan de vez en cuando a tu vera... tuya y de tu cámara (por ejemplo la del móvil, como ahora)... tuya y de tu espíritu, que se supone que forma parte de ti, pero tú ni lo controlas ni eres su dueño... tuya y de las flores que, aun siendo de noche, ofrecen sus colores a quien quiera contemplarlos... tuya y de las gotas de lluvia que aún remolonean tras la tormenta, dando un toque mágico con sus reflejos... tuya y de los vientos que hacen carreras para llegar a ese destino que ansían los vientos en mi ciudad... tuya para estar contigo mismo en la ciudad que vive entre las puertas a estas horas... tuya para regodearte en luces, formas, colores, olores, sensaciones... tuya para apartar esos pensamientos que te atenazan cuando no es tu espíritu el que te domina... tuya para apartar de tu mente tus miedos, tus tristezas, tus agobios, tus frustaciones... las mismas que estaban en el 2008... las mismas que en tu mente se mueven en el 2009...

Y te paras... y ves cosas pequeñas... y te regodeas... y quieres llevártelas, pero comprendes que son tan efímeras como tus pensamientos, e intentas llevarte una porción de la belleza que ves, captando su espíritu que, como el tuyo, forma parte de la parte física... pero también es libre... libre para embaucarte con su belleza... y haces ese burdo intento de captar su esencia, que es tomar una fotografía, una fotografía que es lo que ve la cámara... no lo que tú ves, por que lo que tú ves es lo que tu espíritu te hace ver, porque lo ves con el filtro de tus ojos, y con el definitivo filtro de tu mente y estado de ánimo... y la cámara es parte de una máquina, que no tiene tu espíritu, que no usa tus ojos, que no aplica tus filtros... que no ve lo que tú, porque tú no sabes como decírselo y ella solo capta la realidad del momento tal y como sus piezas mecánicas y electrónicas le permiten... y no ven tu mentira, no ven tu ilusión...

Pero es lo que hay, es lo que te permitirá traer a tu memoria esos pensamientos, esas cosas añadidas que no están en la imagen de la cámara, esos ojos que no estaban, pero tú veías...
Tus mentiras... tus ilusiones... tus esperanzas... tu noche solitaria.

Todas esas cosas que yo veo y tú no ves.

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