sábado, 6 de diciembre de 2008

ya lo decía el tango...

...veinte años es nada... y si lo decía el gran Gardel, no seré yo el que le lleve la contraria.

Hace 20 años yo cumplía 18 años, por lo que acabo de cumplir 38. Y si retrocedo en el tiempo veo muchas diferencias, proporcionadas por la vida, y es que ya lo decía el sabio Quien no ama la vida, no la merece. También veo que sigo siendo el mismo niño que accedía a la mayoría de edad hace esos 20 años.

Sigo con mis aficiones: hace 20 años me compré una cámara de fotos que me duró unos 12 años... y ahora me acabo de regalar otra.

Sigo persiguiendo unos ojos de mujer.

Sigo disfrutando de mis tonterías.

Sigo con mi dicotomía adulto/infantil... y creo que en el mismo % que en aquella época.

Sigo celebrando mis cumpleaños en solitario o con escasa compañía (aunque cuando la hay es muy apreciada).

Sigo asombrándome con las cosas cotidianas que a nadie más asombran.

Sigo pensando que en mi vida no hay nada cerrado, que todas las opciones siguen abiertas.

Sigo siendo tan reservado como entonces.

Sigo siendo tan abierto, a veces, como entonces.

Sigo considerando la amistad como el mejor de los tesoros.

Sigo teniendo ideas que son consideradas locuras.

Sigo llevando a cabo esas ideas.

Sigo persiguiendo un sueño, da igual lo lejos que aparente estar.

Sigo pensando que, para gustos, los colores.

Sigo siendo optimista.

Sigo cayendo en el absoluto pesimismo de cuando en cuando.

Sigo teniendo mis principios.

Sigo pensando, como dijo Marx (Groucho), que si no te gustan mis principios... tengo otros.

Sigo disfrutando de las pequeñas cosas.

Sigo dispuesto a darlo todo cuando lo considero.

Sigo siendo un independiente dependiente.

Sigo prefiriendo una risa compartida que una solitaria.

Sigo pensando que, a pesar de todos los obstáculos de la vida, soy el espermatozoide ganador.

Sigo siendo tan infantil ahora como adulto era.

Sigo con el cuerpo en mi habitación y la cabeza en otra parte.

Sigo pensando en lo que hice, y sigo maldiciendo lo que no hice.

Y sigo pensando que qué le voy a hacer, así so yo, y lo que ves es lo que obtienes...

Y siempre me quedarán los sueños, lo vivido, las historias, los recuerdos...

Sigo disfrutando de las mismas cosas, y, no sé por qué, pero hoy tengo recuerdos de Carnaval... Carnavales de cuando yo tenía 18.








Sigo pensando que, tras estos veinte años, no tengo remedio... y sigo pensando que para qué...

¿alguna sugerencia?

No hay comentarios: